viernes, 4 de septiembre de 2009

Y ELLOS QUE PENSABAN QUE LES IBA A DURAR MÁS EL TRABAJITO...

Hace poco más de un año, en la ciudad de Cali se hizo el cierre oficial del “basuro de Navarro”, hecho que dejó a centenares de familias de recicladores pensando qué harían para sobrevivir tras haber perdido esa “montañita” de donde sacaban, clasificaban y organizaban las cosas que luego llevarían a empresas de reciclaje a cambio de algún dinero que no les permitía morir de hambre.

El hecho de que las basuras estén siendo trasladadas al relleno sanitario de Yotoco es maravilloso mirándolo por el lado de la salubridad de los caleños y la estética de la cuidad, pero ¿qué sobre las personas cuya fuente primaria de ingresos era el mismo basurero, dañino y maloliente? No estoy insinuando que debería revivirse el basuro para que estas personas sigan ejerciendo su labor ni nada por el estilo, solamente considero que es injusto dejar en la calle de un día para otro a aquellos recolectores que durante más de 30 años han ayudado a la industria y al medio ambiente. Vale aclarar que dichas personas no son indigentes, por el contrario, son todos unos empresarios.

Desde antes del cierre de Navarro el gobierno está prometiendo que ofrecerá contratos de trabajo para que los recicladores recojan los desechos de la ciudad o ejerzan otras labores básicas, cosa que no se ha cumplido aun. Si estas personas pudieran tener un diálogo íntimo con sus aparatos digestivos en donde les informaran que deben esperar a que el gobierno se manifieste con una ayuda económica o laboral a sus portadores y que mientras tanto deben guardar la calma, todo sería más fácil. El problema es que el hambre no espera, es impaciente y mata sin compasión, sin distinción de edades ni de géneros.

Son más de 500 familias de recicladores las que se han visto afectadas por el traslado de esta zona que ahora pasó a ser parte del estado. Personas trabajadoras y organizadas, que se levantaban muy temprano cada mañana al basurero para vivir de lo que nosotros desechamos, están siendo “tiradas a la basura”.

UN NUEVO MANDAMIENTO IMPERA EN NUESTRA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA

Dice la leyenda que el señor Álvaro Uribe le dictó a sus hijos el décimo primer mandamiento, ordenándoles cumplirlo a cabalidad: “arrebátale el pan de la boca a los más necesitados y tu economía crecerá velozmente”

Como podemos darnos cuenta, los hermanos Uribe Moreno cumplen el mandato en su totalidad. Se constata con la presencia de empresas como Recursos Ecoeficiencia S.A. que descubrieron que no toda la basura era basura, y que de la parte de la basura que no era basura podían obtener grandes beneficios económicos, desplazando cada día más y más a los recicladores de su labor.

Encima de todo, muchas de las grandes empresas que antes daban sus desechos a los recolectores ahora prefieren ponerlos en manos de empresas como la de los “Uribitos” para que se encarguen de dar un tratamiento integral a los residuos, entonces tras de que a los recicladores se les llevan “la mata de basura”, las otras “maticas” están dando sus “frutos” a distintas personas, y es que ¿cómo negarle a los hijos del presidente un poco de basura sabiendo además que su empresa le dará un mejor tratamiento que el que le daban los humildes recicladores?

Tras una serie de infortunios aparece la ley 1259 de 2008, la cual en su artículo 7 expone como una de las infracciones a las normas ambientales de aseo el hecho de “Destapar y extraer, parcial o totalmente, sin autorización alguna, el contenido de las bolsas y recipientes para la basura, una vez colocados para su recolección”, es decir, los recicladores no podrán hurgar más las bolsas de basura mientras éstas aguardan por el carro que las recoge. Lo peor es que las multas por incumplir esta norma pueden ser hasta de dos salarios mínimos legales vigentes. ¿Cómo un reciclador que en los tiempos buenos ganaba entre veinticinco y treinta mil pesos diarios va a pagar una multa de tal magnitud en esta época de “vacas flacas”?

Parece que esta ley hubiera sido hecha para que las empresas que ahora se están encargando del reciclaje pudieran surgir plenamente y sin ningún inconveniente. Sería muy raro que algún día saliera una ley que defendiera a unas personas del común antes que a los hijos del primer mandatario, que aparte de todo ahora son los dueños hasta de la basura. El proyecto hubiera sido bueno si en vez de excluir a los recicladores que tanta experiencia tienen en este tema los hubieran incluido para trabajar en conjunto, así se hubiera evitado toda la problemática y posiblemente sería una asociación muy exitosa y con gran futuro.

Como un gobierno “tan democrático” no puede desproteger a ninguno de sus gobernados, parece que hay una “luz verde” ahora que un fallo de la Corte Constitucional exigió cancelar la licitación de aseo porque se dieron cuenta de que era muy excluyente, pero eso todavía está en proceso y no se puede cantar victoria hasta que no veamos a todos los recicladores ocupando un cargo que les permita llevar una vida digna, porque no sería raro que todo esto se quedara en palabras y sólo palabras.

En este momento sólo tenemos que estar preparados para cualquier cosa. Ya vivimos el cierre del basuro que dejó sin trabajo a muchas personas, la famosísima ley que les impide esculcar las bolsas de basura tiradas en la calle, el pacto que están haciendo las nuevas empresas de reciclaje con las grandes empresas nacionales para tratarles las basuras y el olvido en el que tienen a un sector de la sociedad afectado por todos estos cambios. Nada raro sería que un día de estos salga una ley que diga que para una mayor seguridad de las basuras Gerónimo y Tomás Uribe pasarán determinados días de la semana y las tomarán directamente desde el patio de nuestras casas.